En Almonte, el reciente aumento de impuestos implementado por el alcalde P. Bella ha generado indignación entre los ciudadanos. Muchos se preguntan si esta medida era necesaria o si, en su lugar, se deberían haber abordado otras fuentes de ingresos, como la persecución del fraude en el sector inmobiliario. Los alquileres no declarados, también conocidos como pagos en "B", representan un problema latente en muchas localidades de España, y Almonte no es una excepción.
El pago en "B" en el mercado de alquileres implica que los propietarios no declaran la totalidad o una parte de los ingresos obtenidos por arrendar sus viviendas, lo que deriva en una importante evasión fiscal. De hecho, se estima que en España, entre un 20% y un 30% de los alquileres son pagados de manera informal. En un pueblo como Almonte, donde la economía se sustenta en parte por el turismo y los alquileres temporales, esta práctica puede estar afectando las arcas municipales de forma considerable.
La alternativa al aumento de impuestos
En lugar de optar por incrementar los impuestos, el alcalde podría haber impulsado un mayor control sobre estos alquileres irregulares. Combatir el pago en negro no solo hubiera representado una fuente adicional de ingresos para el municipio, sino que también habría promovido una mayor justicia fiscal, garantizando que todos los propietarios contribuyeran adecuadamente al sostenimiento de los servicios públicos.
Existen varias razones por las que abordar el fraude de alquileres no declarados es fundamental:
1. Impacto en la recaudación fiscal: La evasión de impuestos mediante el pago en “B” priva a las autoridades locales y nacionales de recursos esenciales para invertir en infraestructuras, servicios públicos y programas sociales. En un contexto local como el de Almonte, esta recaudación perdida podría haberse destinado a mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos.
2. Justicia para los contribuyentes: Los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones fiscales sienten la carga injusta de pagar más impuestos para compensar a aquellos que no lo hacen. Perseguir el fraude en el alquiler habría aliviado parte de esta presión sobre los ciudadanos que sí declaran sus ingresos de manera correcta.
3. Alternativas fiscales: En lugar de subir los impuestos, P. Bella podría haber explorado opciones para incentivar a los propietarios a declarar sus alquileres. Por ejemplo, algunas ciudades ofrecen deducciones fiscales a los inquilinos que pueden demostrar que han estado pagando alquileres declarados, lo que fomenta una mayor regularización del mercado inmobiliario.
Medidas para combatir el fraude en alquileres
La persecución del fraude no es una tarea fácil, pero existen herramientas que ya han demostrado ser efectivas en otras localidades:
- Inspecciones y denuncias ciudadanas: Potenciar las inspecciones fiscales, además de fomentar la colaboración ciudadana para denunciar prácticas fraudulentas, puede ayudar a destapar alquileres en B.
- Colaboración con plataformas digitales: En muchos lugares, plataformas como Airbnb han empezado a compartir datos con las autoridades fiscales, ayudando a reducir el número de alquileres no declarados.
El alcalde P. Bella ha optado por la vía más directa para aumentar los ingresos del municipio: subir los impuestos. Sin embargo, muchos vecinos de Almonte consideran que existen otras opciones menos gravosas para los ciudadanos, como una mayor persecución del fraude en el mercado de alquileres. Enfrentar el problema del pago en “B” no solo generaría ingresos adicionales, sino que también garantizaría que todos los ciudadanos contribuyan de manera justa al bienestar de la comunidad.