sábado, 20 de septiembre de 2025

Especialización clásica y eficiencia

Sobre la especialización de los países en la economía mundial y de cómo ahora se tiende a la resiliencia por países, por una disputa entre las grandes economías. Esto hará que los países sean menos eficientes, pero más resistentes. Por último, ¿puede llevarnos a un mayor nivel de innovación? 

 

Durante décadas, la economía mundial se basó en la especialización productiva: cada país se enfocaba en lo que hacía mejor o más barato (la famosa "ventaja comparativa").

  • Ejemplo: China como gran fábrica industrial, Alemania en maquinaria de alta precisión, EE. UU. en tecnología y servicios financieros.

  • Resultado: eficiencia máxima y costes bajos, pero con fuertes dependencias.

La pandemia, la guerra de Ucrania, las tensiones EE. UU.-China y el cambio climático han mostrado el lado débil: interrupción de cadenas de suministro, inflación energética y riesgos estratégicos.


2. Resiliencia frente a eficiencia

Ahora los grandes bloques (EE. UU., UE, China, India) hablan de resiliencia:

  • Re-shoring / near-shoring: traer de vuelta producción crítica (chips, medicinas, energías).

  • Diversificación: no depender de un único proveedor o ruta (ejemplo: reducir dependencia europea del gas ruso).

  • Proteccionismo selectivo: subsidios a industrias clave (Inflation Reduction Act en EE. UU., política de semiconductores en Europa, Made in China 2025).

Esto reduce eficiencia (productos más caros, duplicación de capacidades, menor optimización global), pero aumenta la seguridad y la autonomía.


3. ¿Puede generar más innovación?

Sí, y bastante. La tensión entre bloques y la búsqueda de resiliencia pueden disparar la innovación por varias vías:

  • Competencia estratégica: cuando hay rivalidad, se acelera la inversión en sectores punteros (IA, chips, energías renovables, biotecnología).

  • Sustitución tecnológica: si no puedes importar de otro bloque, desarrollas tu propia versión (ejemplo: Huawei creando chips propios pese al veto estadounidense).

  • Nuevos modelos productivos: relocalizar exige automatización, robótica y mejoras logísticas para que fabricar en casa no dispare los costes.

  • Economía verde: la seguridad energética está empujando la transición hacia renovables más rápido.

Es decir: seremos menos eficientes en lo inmediato, pero el “costo” puede ser una explosión de innovación aplicada para compensar esa pérdida de eficiencia.


👉 En resumen: estamos pasando de un mundo hiperespecializado y eficiente pero frágil, a uno más redundante, caro y menos optimizado, pero más seguro.
Esa tensión —entre resiliencia y coste— puede convertirse en el motor de una nueva ola de innovación tecnológica y organizativa, como pasó en la Guerra Fría con la carrera espacial o con Internet.

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